Estudios asocian el consumo de medios digitales con la salud del sueño en adolescentes
Aunque pueda llegar a pensarse que los adolescentes necesitan dormir menos horas, en realidad requieren más de 9 horas de sueño por noche. Desafortunadamente existen ciertos factores que dificultan que los adolescentes puedan conciliar el sueño, por ejemplo:
- El horario. El adolescente promedio se cansa cerca de las 11 de la noche y tiene que levantarse alrededor de las 7 dela mañana para iniciar con sus actividades en la escuela. Esto hace imposible que se consigan 9 horas de sueño. Algunas escuelas han optado por cambiar sus horarios para comenzar más tarde. Las calificaciones de los estudiantes y su desempeño atlético mejoró como resultado en estas instituciones.
- Deberes escolares. La presión para tener éxito puede ser contraproducente cuando los jóvenes sacrifican horas de sueño para realizar los deberes escolares. Al dormir pocas horas el adolescente puede ser incapaz de concentrarse en la clase y absorber nuevos conocimientos.
- Mensajes de texto. Las desventajas de usar el teléfono móvil en la noche son muchas, los adolescentes pueden pensar que los mensajes de texto se deben contestar inmediatamente, sin importar la hora, pero incluso contestar un mensaje en las primeras horas de la noche pueden afectar el sueño.
El que los jóvenes no duerman lo suficiente, puede aumentar las posibilidades de padecer problemas en la escuela y de salud, tales como:
- Depresión y baja autoestima
- Somnolencia y problemas para concentrarse
- Baja en el desempeño escolar y calificaciones
- Mal humor y problemas para convivir con la familia y amigos
- Mayor riesgo de sufrir accidentes automovilísticos
- Tendencia a comer en exceso y aumento de peso
Los medios digitales son cada vez más consumidos por los jóvenes, este fenómeno ha sido estudiado y de acuerdo a la literatura, en el 90% de los estudios de una revisión sistemática en la que se incluyeron 67 estudios, se ha encontrado una asociación adversa entre el consumo de medios basados en la pantalla y la salud del sueño, ya que (1) el tiempo empleado en las pantallas reemplaza el tiempo dedicado a dormir y otras actividades; (2) existe una estimulación psicológica basada en el contenido mediático; y (3) los efectos de la luz emitida por los dispositivos altera el sueño.
Una revisión reciente destaca la asociación entre los medios de comunicación y el sueño en niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad de diversas regiones geográficas de todo el mundo. Se resaltó el uso de la computadora, ya que se relacionó más consistentemente con los malos resultados del sueño que la televisión, debido a que las actividades realizadas en la computadora pueden ser más interactivas.
La Academia Americana de Pediatría recomienda lo siguiente a clínicos y educadores:
- Que hablen con las familias para que tomen importancia sobre el sueño saludable
- Que mencionen la importancia de determinar una rutina a los niños y adolescentes
- Alentar a las familias a eliminar los medios electrónicos de las habitaciones de sus hijos, incluidos los televisores, videojuegos, computadoras, tabletas y otros dispositivos móviles
- Hable con las familias sobre las consecuencias negativas de la luz brillante en la noche
- Recalcar que si se detectan algunos signos como problemas de humor o comportamiento, hay que considerar la falta de sueño como un factor contribuyente
Para los padres, es importante tomar en cuenta lo siguiente:
- Enseñar a los hijos a pasar una buena noche de sueño con el ejemplo
- Establecer reglas respecto a la hora de dormir y fomentar el hábito
- Limite las actividades nocturnas
- Ofrezca ayuda con los deberes escolares y asegúrese de brindarle un lugar silencioso para estudiar
- Establezca límites a la tecnología
- Promueva actividades de relajación
Revisores de la información: Brenda Giselle Álvarez Rodríguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- Artículo: “Digital Media and Sleep in Childhood and Adolescence”. Pediatrics. 2017 Nov; 140(Suppl 2): S92–S96. DOI: 10.1542/peds.2016-1758J
- S. National Library of Medicine