UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO EN CIENCIAS DE LA SALUD

El estrés laboral, un factor de riesgo psicosocial que repercute en la salud del capital humano en las organizaciones

El estrés laboral, un factor de riesgo psicosocial que repercute en la salud del capital humano en las organizaciones

 

El estrés laboral provoca el 25% de los 75 mil infartos al año registrados en México, lo que coloca a nuestro país en primer lugar en esta condición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El estrés es el resultado de la adaptación del cuerpo y espíritu al cambio que exige un esfuerzo físico, psicológico y emocional. Aun los acontecimientos positivos pueden generar un cierto grado de estrés cuando se requieren cambios y adaptaciones. Éste es generado por factores psicosociales, tales como, nuestras percepciones, emociones, experiencias en el trabajo, expectativas económicas, relaciones humanas, entre otros.

De acuerdo a un estudio realizado por la OMS, cuando una persona está expuesto al estrés, puede presentar: irritabilidad, angustia, falta de concentración, cansancio, depresiones, dificultad para dormir y también trastornos físicos, como: enfermedades cardiovasculares, afecciones músculo – esqueléticas, accidentes y lesiones, cáncer, úlceras gastrointestinales, alteraciones inmunológicas y afecciones psicológicas (depresión, ideas suicidas y agotamiento).

¿Qué se puede hacer para manejar el estrés?:

  • Tomar lapsos de 5 minutos en el lugar de trabajo, donde se pueda hacer estiramientos, escuchar música relajante, practicando respiración profunda, meditación, etc.
  • Dormir 7 u 8 horas para el buen funcionamiento del organismo, si son escasas las horas de sueño, dormir una siesta de 15 minutos.
  • Realizar las comidas recomendadas en el día, incluir alimentos saludables y agua suficiente.
  • Reducir el consumo de sal, café, té, tabaco y alcohol.
  • Organizar las actividades cotidianas (utilizar una agenda).
  • Personalizar el área de trabajo; fotografías, música, adornos, etc.
  • Cuando una tarea no avanza, realizar otra o hacer una pausa, y si es posible salir unos minutos del lugar.
  • Dedicar parte del día a alguna actividad de ocio como ir al cine, hacer actividad física, escuchar música, pintar, etc.
  • Pedir ayuda a las personas del entorno, expresar las ideas, puntos de vista, confusiones o problemas.
  • En ocasiones hay que aprender a decir “no”. Es difícil que en todas las situaciones se pueda complacer a todo el mundo.

 

Revisores de la información: Brenda Giselle Álvarez Rodríguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).

Fuentes: Secretaría de Salud, Organización Mundial de la Salud.