UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO EN CIENCIAS DE LA SALUD

El Trastorno de Identidad Disociativo es relacionado con traumas en la niñez

El Trastorno de Identidad Disociativo es relacionado con traumas en la niñez

Todos los trastornos disociativos son representaciones completas o parciales de una dimensión psicopatológica, estos trastornos mentales suponen una desconexión y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, conducta, emociones, consciencia, percepción e identidad, la persona puede sufrir una desconexión de la realidad de manera involuntaria. Entre los más comunes se encuentran:

  • El Trastorno de Identidad Disociativo (TID)
  • Amnesia disociativa
  • Trastorno de despersonalización
  • Trastorno Disociativo no Especificado (TDNE)

Estas psicopatologías pueden aparecer como reacción a un trauma y se pueden presentar componentes clínicos o síntomas identificados en cinco dimensiones: amnesia, despersonalización, desrealización, confusión de la identidad y alteración de la identidad, dependiendo del tipo de trastorno.

A nivel mundial la preponderancia de trastornos disociativos pueden padecerla de un 5 a 10% de la población en general y en escenarios psiquiátricos están entre 10.2 – 41.4%. Además, reportan la mayor frecuencia, entre todos los trastornos psiquiátricos, de abuso en la niñez y/o negligencia. Además de ser un trastorno independiente, la disociación puede estar acompañada por casi todos los trastornos psiquiátricos y opera como un factor de confusión en investigaciones del área psiquiátrica. A pesar de que no hay un tratamiento específico con medicamentos, éstos se pueden afrontar con psicoterapia.

Hay una relación estrecha entre el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) y Trastorno de Identidad Disociativo (TID), debido a que las personalidades alternas pueden considerarse como una versión elaborada de intrusiones mentales relacionadas con traumas. El TEPT está relacionado con experiencias traumáticas únicas durante la adultez, mientras que el TID se relaciona con traumatización crónica durante el desarrollo de la persona.

En el TID, recuerdos traumáticos se descontextualizan y se procesan para mantener un balance interno y externo, lo que conduce a la formación de personalidades alternas con agenda y sentido propio de sí mismo, historias personales, códigos y una misión. Esta fragmentación altera la identidad completa de la persona.

En un estudio realizado en Turquía muestra como resultado que el 90% de todos los pacientes con TID reporta por lo menos un caso de abuso y/o negligencia durante la niñez (incesto y otros tipos de abuso sexual, físico, emocional, descuido emocional y físico). Un subgrupo de pacientes fue diagnosticado con amnesia, no recordando un periodo de su niñez, lo cual podría conducir a un sub-reporte de ese periodo.

En este tipo de trastorno (TID) pueden albergar distintas personalidades, entre las más comunes se encuentran:

  • La personalidad persecutoria es hostil con la personalidad anfitriona y puede conducir a intentos de suicidio y auto mutilación. Sin embargo, el “persecutor” determina el éxito de la intervención y debe ganarse para que coopere. “El persecutor” debe fusionarse con la “anfitriona” antes que con otras personalidades alternas. El no hacerlo puede debilitar el “balance” entre personalidades alternas
  • Se observa en hombres y mujeres. Este es un personaje fuerte que es propenso a apoyar el tratamiento, porque tiene la maestría para persuadir a otras personalidades alternas para que cooperen. Algunos autores lo llaman el negociador o la prostituta.
  • Como durante las etapas tempranas del tratamiento es raro que cause problemas, la personalidad de niño puede ser erróneamente descuidada. Esto es peligroso, porque después se convierte en una personalidad persecutora secundaria. De otra manera, el “niño” apoya al tratamiento como un guía.
  • Esta última se refiere a un personaje alegre con cierta cualidad “antidepresiva”, es propenso a ser cooperativo y nutre a la vida de energía. La personalidad “gay/lesbiana” no tiene ninguna relevancia sobre la post orientación sexual integrativa del paciente.

Lo más recomendable para la atención debida de este tipo de trastorno, es acudir con un psiquiatra para que realice los estudios necesarios para diagnosticar TID, ya que no hay un tratamiento con medicamento específico para tratarlo. Sin embargo, generalmente se trata de aliviar con fármacos, los cuales deben ser recetados e indicados por un especialista. Por otra parte, los trastornos disociativos en general también pueden ser tratados con psicoterapia, por ejemplo: la terapia de trauma orientada en fases (descrita en la versión actualizada de los lineamientos de tratamiento de la ISSTD de la International Society for the Study of Trauma & Dissociation), la cual consiste en tres fases: estabilización, trabajo con traumas e integración.

 

Revisores de la información: Elías Jacob Méndez Martínez y Brenda Giselle Álvarez Rodríguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).

Fuentes:

  • Artículo: Evaluación de Trastornos Disociativos en Población Psiquiátrica Mexicana: Prevalencia, Comorbilidad y Características Psicométricas de la Escala de Experiencias Disociativas. Del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. 2006 Abril.
  • Trastorno de Identidad Disociativo: Diagnóstico, Comorbilidad, Diagnóstico Diferencial y Tratamiento. Revista Iberoamericana de Psicotraumatología y Disociación. 2012.
  • Mayo Foundation for Medical Education and Research.