Parálisis Cerebral Espástica, el tipo de parálisis cerebral más frecuente
La parálisis cerebral es considerada un trastorno del movimiento, el tono muscular o la postura, que es causado por un daño ocurrido en el cerebro antes de su desarrollo completo, la mayoría de las veces ocurre antes del nacimiento. Existen diversos tipos, la parálisis cerebral espástica es el más común, en el que los músculos de las personas que lo padecen se sienten rígidos y sus movimientos pueden verse bruscos.
La espasticidad es el aumento del tono muscular, es por eso que los músculos se vuelven rígidos y dificultan, e incluso pueden imposibilitar, el movimiento. Esto sucede porque la parte dañada del cerebro no puede mandar los mensajes correctamente a los músculos y es entonces cuando el músculo se ve afectado por la espasticidad. Ésta puede observarse en otras enfermedades como lesión cerebral traumática, lesión de la médula espinal, accidente cerebrovascular y esclerosis múltiple. En la parálisis cerebral, la espasticidad se debe al daño en la corteza motora del cerebro antes, durante o después del nacimiento.
Cualquier grupo muscular se puede ver afectado y esto puede influir en las actividades que se realicen e impliquen estos músculos, por ejemplo: vestirse, lavarse e ir al baño, comer, escribir, etc., (daño en brazos y manos); ponerse de pie, sentarse derecho, cambio de posiciones, caminar, correr, etc., (daño en una o ambas piernas); movimientos orales lentos, sonidos del habla que se arrastran, voz ronca o tensa, dificultad para comer y beber (efectos sobre el habla).
Un niño puede nacer con parálisis cerebral o desarrollarlo después del nacimiento, esta afección no empeora pero puede requerir de diferentes atenciones conforme pasa el tiempo. Puede ser causada por:
- Infecciones durante el embarazo
- Derrame cerebral en el útero o posterior al nacimiento
- Ictericia (color amarillo en piel y parte blanca de los ojos al nacer) no tratada
- Desórdenes genéticos
- Síndrome del bebé sacudido
- Lesión cerebral durante el parto o posterior (en un accidente)
- Nacer prematuramente o con bajo peso
- Parto múltiple (gemelos, trillizos)
Para diagnosticar esta afección es necesario que los profesionales de salud observen en el niño el desarrollo, crecimiento, reflejos, movimiento, tono muscular e interacciones con otras personas. El crecimiento deficiente es común en niños con este trastorno, provocando las discapacidades motoras graves y por consecuencia, las dificultades para alimentarse, llevando esto a la desnutrición.
En un estudio se incluyeron 104 niños con parálisis cerebral nacidos con un mínimo de 36 semanas de gestación, con el objetivo de describir el crecimiento durante la infancia y ver de qué manera afectan las dificultades alimenticias y las deficiencias motoras graves. Se encontró que el deterioro del crecimiento longitudinal en el peso y la estatura durante la infancia y la primera infancia se asociaba con las dificultades para alimentarse y al nacer SGA (pequeño para su edad gestacional). Los autores de esta investigación concluyen que las dificultades de la alimentación temprana predicen un crecimiento deficiente.
El crecimiento de la cabeza se correlaciona con el crecimiento cerebral y el crecimiento deficiente de la cabeza se asocia con resultados deficientes del desarrollo neurológico. El retraso en el crecimiento de la cabeza durante la infancia fue asociado principalmente con la gravedad de la discapacidad motora gruesa, además de las dificultades de alimentación y nacimiento de bajo peso.
La circunferencia de la cabeza con puntuaciones más bajas se observó en niños con deficiencias motoras graves, lo cual puede reflejar la extensión de la lesión cerebral, ya que un cerebro con daño extenso tiene menos posibilidades de desarrollarse después del nacimiento. Este estudio revela que los niños con parálisis cerebral sin dificultades para alimentarse, pueden tener un crecimiento normal en peso y estatura durante la infancia.
La intervención temprana para las dificultades de alimentación es importante para el crecimiento óptimo de los niños. Aún no existe una cura para este trastorno pero existen planes y tratamientos que se pueden diseñar en conjunto con especialistas en salud para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Revisores de la información: Brenda Giselle Álvarez Rodríguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- Cerebral Palsy Alliance Research Foundation
- Mayo Foundation for Medical Education and Research (MFMER).
- The Nemours Foundation
- Artículo: “Growth during infancy and early childhood in children with cerebral palsy: a population‐based study”. (2016) Mac Keith Press. https://doi.org/10.1111/dmcn.13098