UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO EN CIENCIAS DE LA SALUD

El 84% de todas las quemaduras pediátricas ocurren en el hogar, donde el 80% de las veces no hay supervisión

El 84% de todas las quemaduras pediátricas ocurren en el hogar, donde el 80% de las veces no hay supervisión

Una quemadura es una lesión en los tejidos causada por el calor, sustancias químicas, electricidad, el sol o la radiación, entre otros. Hoy en día continúa siendo un importante problema de salud pública, ya que han registrado cifras elevadas de muertes y discapacidades. Todos los días más de 30 mil personas sufren nuevas quemaduras en todo el mundo y sin atención médica conduce a casos severos o que pueden conducir a infecciones, provocando la muerte.

Estas lesiones se categorizan en tres tipos: Quemaduras de primer grado, que dañan la capa externa de la piel; quemaduras de segundo grado, que afectan la capa externa y la que se encuentra debajo de ésta; y las quemaduras de tercer grado, que dañan o destruyen la capa más profunda de la piel y los tejidos que se encuentran debajo de ella.

Dentro de esta problemática se encuentra el acceso oportuno de la atención médica para quemaduras agudas. La falta de la atención quirúrgica segura con anestesia en todo el mundo significa que alrededor de 5 mil millones de personas no tienen la oportunidad de ser atendidos en el manejo de las quemaduras agudas. Sin embargo, las medidas de prevención como estrategia, han reducido la incidencia de quemaduras y muertes en muchos países, pero esto no deja de lado la falta de conocimientos sobre estas lesiones para seguir previniendo, ya que se considera parte de una estrategia comprobada.

Estudios epidemiológicos demuestran que las quemaduras relacionadas con incendios son el tipo más común de quemaduras con más del 90% en el hogar. Los niños menores de 15 años de países de ingresos bajos y medios son mayormente afectados por esta problemática y las niñas corren el riesgo de sufrir quemaduras en el hogar, especialmente en el área de la cocina. En los adultos masculinos el lugar donde tienen mayor riesgo de sufrir quemaduras es en el trabajo, debido a la exposición a las llamas, escaldaduras (producida por un líquido caliente o por vapor) o cableado eléctrico. Los factores de riesgo de quemaduras varían entre la zona geográfica, grupos de edad, sexos y PIB del país.

La atención o manejo que se le debe dar a las quemaduras agudas incluye: la evaluación temprana y la protección definitiva de las vías respiratorias (que requiere anestesia), la prevención de más quemaduras por enfriamiento (utilizando agua corriente limpia y fría), reanimación con líquidos, estimación de la severidad de la quemadura, prevención de infecciones secundarias y pérdida de líquidos y calor por evaporación, así como el cuidado constante de las quemaduras.

¿Cuáles son los primeros auxilios para quemaduras?

Primero es importante detectar el tipo de quemadura que tiene la persona, si no se está seguro, trate la lesión como si fuera mayor y NO realice lo siguiente:

  • NO aplique aceite, mantequilla, hielo, medicamentos, cremas, aerosoles, ni algún otro remedio casero.
  • NO sople, respire o tosa sobre la quemadura.
  • NO toque la piel muerta o ampollada.
  • NO retire la ropa que esté pegada a la piel.
  • NO administre nada por vía oral a la persona si la quemadura es grave.
  • NO ponga la zona afectada en agua fría (esto podría causar shock).
  • NO coloque nada debajo de la cabeza de la persona si hay quemaduras de vías respiratorias, esto puede bloquearlas.

Para quemaduras menores se recomienda (si no hay rupturas en la piel):

  • Deje correr agua fría sobre la zona de la quemadura o sumerja la zona en agua fría (no helada) durante 5 y 30 minutos.
  • Luego de lavar o remojar la quemadura cúbrala con un vendaje estéril y seco.
  • Proteja la quemadura de presiones o fricciones.
  • El ibuprofeno o paracetamol pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación (NO dé ácido acetilsalicílico a niños menores de 12 años).
  • Una vez que la piel esté fría, puede humectarla con una loción de áloe o antibiótico.

En caso de quemaduras graves:

  • Si la persona tiene fuego en alguna parte, dígale que se tire al suelo y ruede.
  • Envuelva a la persona con un material grueso como un abrigo de algodón o lana, una alfombra o una manta (para mitigar las llamas).
  • Rocíe agua sobre la persona.
  • Llame a emergencias y asegúrese de que la persona ya no esté en contacto con materiales ardientes o humeantes.
  • Verifique que la persona esté respirando (si es necesario administre respiración artificial y RCP).
  • Cubra la zona afectada (aunque sea extensa) con un vendaje estéril y seco o una tela limpia. Evite reventar cualquier ampolla y los ungüentos.
  • Si los dedos de las manos o pies fueron afectados, sepárelos con compresas secas, estériles y antiadhesivas.
  • Proteja la zona de presiones y fricciones.
  • Si una lesión eléctrica pudo haber sido la causa de la quemadura, NO toque directamente a la persona. Utilice un objeto no metálico para alejar a la persona de cables expuestos antes de comenzar a administrar los primeros auxilios.
  • Para prevenir el shock: si la persona no tiene lesión en el cuello, cabeza, espalda o piernas, acuéstela y levántele los pies unos 30 centímetros, cúbrala con una manta y vigile su pulso hasta que llegue la atención médica.

Se ha demostrado que las estrategias de prevención  de quemaduras por medio de programas educativos, implementación comunitaria de detectores de humo, sistemas de temperatura de agua caliente controlada y ropa de dormir resistente a las llamas para niños, reducen significativamente las tasas de incidencia de quemaduras.

Los avances en la atención quirúrgica de los pacientes con quemaduras, así como los cambios en la práctica clínica, como la extirpación temprana de la escara, la derivación temprana al tratamiento de los vendajes para pacientes ambulatorios y las derivaciones a unidades de quemaduras pequeñas, y la rehabilitación ambulatoria y los programas de apoyo para cuidadores han llevado a también han aportado a la disminución de estas lesiones.

 

Revisores de la información: Brenda Giselle Álvarez Rodríguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).

Fuentes:

  • MedlinePlus (U.S. National Library of Medicine)
  • Artículo: Burns in the Third World: an unmet need. M. A. R. Stokes y W. D. Johnson. Ann Burns Fire Disasters. 2017 Dec 31; 30(4): 243–246.