Meningitis bacteriana tiene impacto perjudicial en el coeficiente de inteligencia y el desarrollo
La meningitis es la inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal, llamada meninge. Existen varios tipos de esta infección: la meningitis viral, la bacteriana, la fúngica y la parasitaria, que se han considerado como patógenos graves y potencialmente mortales, causando 422,900 muertes y según la estadística en 2010, más de 2 millones de pacientes con secuelas incapacitantes.
El tipo más común es la meningitis viral, ocurre cuando un virus penetra en el organismo a través de la nariz o la boca y se traslada al cerebro. La menos común es la meningitis bacteriana, suele comenzar con bacterias que causan infecciones parecidas a la gripe y puede llegar a ocasionar ataque cerebral, sordera, lesiones cerebrales, dañar otros órganos, incluso hasta la muerte. Ninguna persona está exenta de padecer esta enfermedad, pero se presenta mayormente en personas con sistemas inmunitarios débiles.
Esta afección se ha presentado con mayor frecuencia en África subsahariana, incluso hay una zona llamada “cinturón de la meningitis” que cubre desde el Senegal hasta Etiopía. En el 2014 se presentó una temporada epidémica en la cual 19 países africanos se vieron afectados, notificaron casi 12 mil casos sospechosos, de los cuales 1,146 eran considerados mortales. En Estados Unidos se reportan unos 6 mil casos cada año de la meningitis neumocócica, causada por la bacteria Estreptococo pneumoniae, que también causa neumonía, envenenamiento sanguíneo (septicemia) e infecciones sinusales y de los oídos.
Los signos característicos de la meningitis son: fiebre súbita (recurrente), cefalea intensa, rigidez de la nuca y náuseas o vómitos. Por lo general, la enfermedad aparece con síntomas parecidos a los de la gripe y se desarrollan de uno a dos días. En algunos tipos se presentarán erupciones características y la meningitis meningocócica puede asociarse con insuficiencia renal y suprarrenal y shock.
El tratamiento precoz es importante para obtener resultados positivos, pueden recetarse dosis fuertes de antibióticos generales, seguidos por antibióticos intravenosos (para casos más graves). El tratamiento adecuado a base de antibióticos para la mayoría de los tipos de meningitis, puede reducir el riesgo de morir en al menos 15%. Las personas con meningitis viral son tratadas con analgésicos, líquidos y reposo. El médico puede llegar a recetar anticonvulsivos y sedantes.
Recientemente, investigadores se han centrado en evaluar las secuelas que puedan presentar los individuos que hayan padecido algún tipo de meningitis. Un estudio de 2017, consistió en una revisión sistemática y un metanálisis para analizar el impacto de la meningitis en la inteligencia y el desarrollo, basándose en el coeficiente intelectual (IQ), que es una construcción utilizada en pruebas estandarizadas para medir el nivel de inteligencia de una persona; y en el retraso del desarrollo, conceptos utilizados en niños pequeños o aquellos que no pueden completar las pruebas formales de IQ.
La mayoría de los estudios fueron de aquellos que presentaron meningitis en la infancia temprana y se pudo encontrar evidencia de que la meningitis bacteriana tiene un impacto perjudicial en el coeficiente de inteligencia y el desarrollo de las personas que la hayan padecido. Los sobrevivientes de esta enfermedad reflejaron una reducción de aproximadamente 5 puntos en el IQ en comparación con los controles sanos.
Los estudios de retraso del desarrollo en los sobrevivientes más jóvenes, reflejaron un déficit de 0,5 DS en el desarrollo cognitivo, social, lingüístico y motriz a causa de las bacterias. El resultado fue contrario con la meningitis viral, de la cual no se halló evidencia de que haya tenido un impacto en la inteligencia ni de que se asocie con el retraso del desarrollo en los sobrevivientes.
Es necesario que estos resultados despierten el interés de seguir trabajando en la investigación para evaluar con firmeza las secuelas de los distintos tipos de la meningitis, sobre todo en los países que se han visto más afectados.
Revisores de la información: Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- Artículo: “Impact of meningitis on intelligence and development: A systematic review and meta-analysis”. PLoS One. 2017; 12(8): e0175024
- Artículo: “Acute bacterial meningitis in Iran: Systematic review and meta-analysis”. PLoS One. 2017; 12(2): e0169617
- National Institute of Neurological Disorders and Stroke
- MedlinePlus
- OMS