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Psicoeducación, importante para el tratamiento contra la esquizofrenia

Psicoeducación, importante para el tratamiento contra la esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental que dificulta diferenciar lo que es real de lo que no, las personas que la padecen pueden escuchar voces que no están allí, pueden llegar a pensar que otras personas quieren hacerles daño y en ocasiones no tiene sentido cuando hablan. Debido a que es una enfermedad compleja, los expertos en salud mental no han determinado la causa, pero si los factores que influyen, como la genética.

Generalmente se presenta por igual en hombres y mujeres y comienza a desarrollarse entre los 16 y 30 años. En las mujeres se puede presentar más tarde que en los hombres y es difícil que se desarrolle después de los 45 años. Un estudio genético realizado por investigadores de Taiwán, ha sugerido que la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno depresivo mayor, trastornos del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), comparten genes comunes asociados a la enfermedad.

Esta investigación identificó más de 151 mil pacientes con esquizofrenia y casi 228 mil individuos con familiares de primer grado (FDR) de esquizofrenia. Los individuos con FDR de esquizofrenia exhibieron mayores riesgos relativos (RR) de trastornos psiquiátricos principales: esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno depresivo mayor, trastornos del espectro autista y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Los síntomas que una persona puede presentar se dividen en tres tipos: psicóticos, estos distorsionan el pensamiento de una persona, por ejemplo las alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen), delirios (creencias que no son ciertas), dificultad para organizar pensamientos y movimientos extraños; los síntomas “negativos”, hacen que sea más difícil mostrar las emociones y tener una conducta normal, la persona puede parecer deprimida y retraída; y los cognitivos, afectan el proceso de pensamiento, estos incluyen problemas para usar información, la toma de decisiones y el prestar atención.

No hay cura para esta enfermedad, pero sí medicamentos que pueden ayudar a controlar muchos de los síntomas. Así mismo, es necesario el tratamiento multidisciplinario, incluir terapia, educación familiar, rehabilitación y capacitación profesional. Los antipsicóticos son efectivos para la fase aguda y la prevención de recaídas, pero investigaciones demuestran que las terapias psicosociales adicionales son de gran importancia.

En un estudio en el cual se analizaron programas de intervención en comunidades rurales con trastornos psicóticos en la India, se incluyeron a 201 pacientes que fueron diagnosticados y tratados con antipsicóticos. El psiquiatra que los atendió podían ser los mismos de la investigación o psiquiatras privados de la elección del paciente, estos se limitaron a hacer el diagnóstico, la prescripción de los medicamentos y la psicoeducación. En la psicoeducación se cubrieron los siguientes aspectos: la naturaleza de la enfermedad, los factores que afectan su curso, beneficios del tratamiento antipsicótico continuado y los efectos que se pudieran presentar.

El 69.6% de los pacientes con esquizofrenia tuvieron un resultado satisfactorio en un periodo de cuatro años cuando recibieron medicamentos antipsicóticos y psicoeducación de baja intensidad. Fueron mejores los resultados en cuanto a la gravedad de los síntomas. Este estudio sugirió que la estrategia de salud pública de garantizar la administración continua de medicamentos y la psicoeducación, puede influir favorablemente en el curso de la esquizofrenia y limitar al discapacidad en los pacientes.

Algunos de los síntomas iniciales que una persona puede presentar y de los cuales debemos estar alerta, son:

  • Sentirse irritable o tenso
  • Dificultad para concentrarse
  • Dificultad para dormir

La persona puede tener problemas con el pensamiento, emociones y comportamiento, como:

  • Escuchar o ver cosas que no existen
  • Aislamiento
  • Disminución de las emociones en el tono de voz o expresión facial
  • Problemas para entender y tomar decisiones
  • Problemas para prestar atención y mantener la atención en las actividades
  • Hablar de una forma que no tiene sentido
  • Los pensamientos que “saltan” entre diferentes temas (asociaciones sueltas)

Revisores de la información: Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).

Fuentes:

  • Artículo “Co-aggregation of major psychiatric disorders in individuals with first-degree relatives with schizophrenia: a nationwide population-based study”. Mol Psychiatry. 2017, Nov 7.
  • Artículo “Antipsychotic treatment, psychoeducation & regular follow up as a public health strategy for schizophrenia: Results from a prospective study”. Indian J Med Res. 2017 Jul; 146(1): 34–41.
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