Lactancia materna puede reducir el riesgo de TDAH
El trastorno de déficit de atención e hiperactividad o TDAH es una patología del neurodesarrollo que puede afectar a los niños de diversas maneras, hace que a un niño le sea difícil concentrarse y prestar atención, en otros puede causar hiperactividad o falta de paciencia, incluso puede hacer que aun niño le resulte complicado desempeñarse en la escuela o comportarse en casa.
El TDAH afecta a más del 5% de la población mundial y en Latinoamérica existen al menos 36 millones de personas. Las causas de este trastorno aún se desconocen pero hay factores que influyen, tales como: los genes (en ocasiones es hereditario), el plomo (que se puede encontrar en pinturas viejas y repuestos de plomería), fumar y beber alcohol durante el embarazo, daños cerebrales y los aditivos alimentarios (como colorantes artificiales).
Se han considerado numerosos factores ambientales para aumentar el riesgo de TDAH, estudios han explorado la influencia de la lactancia materna en la fisiopatología subyacente de este trastorno, por ejemplo, un estudio controlado mostró evidencia de que la promoción de la lactancia podría afectar el proceso del TDAH.
Un metanálisis que siguió otro metanálisis de estudios observacionales utilizando la escala de Newcastle-Ottawa modificada para evaluar la calidad de los estudios, tuvo el objetivo de determinar las relaciones entre la lactancia materna y el TDAH en los niños. Los resultados sugirieron que la duración de la lactancia materna fue más corta en los niños con este tipo de trastorno. Además, que los niños que tuvieron un periodo más corto de amamantamiento, parecen tener un mayor riesgo de TDAH.
¿Cómo podemos saber si un niño padece TDAH? Este trastorno tiene muchos síntomas y en ocasiones los síntomas puede confundirse con comportamientos normales en los niños, pero esta afección los empeora y hace que ocurran con mayor frecuencia. Los niños pueden presentar en los primeros cinco o seis años de sus vidas, al menos seis de los siguientes síntomas:
- Distracción con mayor facilidad, así como olvidar cosas con frecuencia
- Cambiar rápidamente de una actividad a otra
- Problemas para seguir instrucciones
- Fantasear/soñar demasiado cuando están despiertos
- Problemas para terminar actividades (como la tarea o actividades domésticas)
- Perder objetos con frecuencia (juguetes, libros, útiles escolares, etc.)
- Estar muy inquietos y retorcerse mucho
- Hablar sin parar e interrumpir a las personas
- Correr mucho
- Tocar y jugar con todo lo que ven
- Ser impacientes
- Decir comentarios inadecuados
- Problemas para controlar las emociones
Usualmente, es un especialista en salud mental quien puede detectar este trastorno. Puede tardar incluso meses para tener un diagnóstico, ya que se requiere tiempo para observar al niño y ver si realmente los síntomas son los del TDAH. No existe una cura para este trastorno pero pueden mejorar con tratamiento, el cual consiste en medicamento, terapia o una combinación de ambos.
Revisores de la información: Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- Artículo: “Maternal breastfeeding and attention-deficit/hyperactivity disorder in children: a meta-analysis”. Eur Child Adolesc Psychiatry (2018).
- Centros para Control y la Prevención de Enfermedades
- National Institute of Mental Health