La leche y el huevo, entre los alérgenos alimentarios más comunes
Una alergia es una reacción o respuesta inmunitaria que protege al cuerpo de sustancias nocivas como las bacterias y los virus. El sistema inmunitario también reacciona ante sustancias extrañas, mismas que son llamadas alérgenos y por lo general no son dañinas. Los alérgenos más comunes son: los fármacos, el polvo, alimentos, veneno para insectos, moho, caspa de mascotas y otros animales y el polen. En ocasiones los desencadenantes ambientales pueden provocar alergias, como las altas o bajas temperaturas, la luz del sol, entre otros.
La parte del cuerpo que entra en contacto con el alérgeno es la que puede estar mayormente afectada, por ejemplo: Si se inhalan pueden ocasionar congestión nasal, picazón en garganta y nariz, producción de moco, tos y sibilancias; si entran en contacto con los ojos, pueden provocar ojos llorosos, rojos, hinchazón y picazón; el comerlos puede causar náuseas, vómitos, dolor abdominal, cólicos, diarrea o una reacción grave que puede llegar a ser mortal; si la piel entra en contacto pueden provocar erupción cutánea, urticaria, picazón, ampollas y descamación cutánea.
La alergia alimentaria es considerada un problema de salud pública, debido al incremento que ha ocurrido durante la última década. La prevalencia estimada es del 1% al 3% en adultos y del 4% al 6% en niños y se han identificado más de 70 alimentos causantes de estas alergias. Un estudio que comenzó en el 2015 tuvo como objetivo identificar los patrones de sensibilización más comunes a los alimentos, esto a través de pruebas epicutáneas de la piel y las tasas de alergia a los alimentos en los niños, así como su correlación con las enfermedades alérgicas comunes en un grupo de pacientes.
Se analizaron un total de 365 participantes entre 1 y 18 años de edad y los alérgenos alimentarios más comunes a los que los pacientes estaban sensibilizados eran: leche, huevos, maní y carne de cerdo. Las alergias alimentarias más frecuentes fueron: alergia a la leche de vaca, alergia al huevo de gallina y alergia al trigo.
Una reacción a un alérgeno alimentario puede causar una amplia gama de respuestas clínicas, que van desde la urticaria a la anafilaxia (la forma más grave de reacción alérgica). Las tasas de alergia a los alimentos varían según la edad, la dieta local y muchos otros factores. Otro estudio realizado en 50 adultos en Honduras, informó la prevalencia de 6% alérgicos al chocolate, mariscos y maíz, 4% al pescado, maní, carne de res y tomate y 2% a la leche y al pollo. En México, el estudio de Mexipreval realizado en de 2013 al 2014, informó que la mayor frecuencia de reacciones alérgicas podrían estar relacionadas con la leche (44.5%), fruta (25.4%), huevo (21.8%), cereales 19.6%, mariscos (13.6%), vegetales (10.3%), nueces (9.2%) y pescado (8.2%).
¿Cómo pueden protegerse las personas alérgicas? La Organización Mundial de la Salud menciona que un primer paso para proteger a los pacientes con alergias alimentarias, radica en la concienciación de los funcionarios de la administración pública en materia de salud y alimentación, así como de los que participan en el suministro y la preparación de alimentos.
Para gestionar los riesgos de los alérgenos, los fabricantes deben tener un amplio conocimiento de los ingredientes y los posibles contaminantes de los productos alimentarios. Es necesario evitar comer en establecimientos que puedan implicar un riesgo, incluso en restaurantes puede haber fallas con los cumplimientos de las directrices, así mismo, también es necesario comprobar cuidadosamente los ingredientes de los platillos.
Revisores de la información: Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- Artículo: “Prevalence of food allergens sensitization and food allergies in a group of allergic Honduran children”. Allergy Asthma Clin Immunol. 2018
- Red Internacional de Autoridades en materia de Inocuidad de
- los Alimentos (INFOSAN).
- MedlinePlus