La estimulación temprana puede prevenir retardos en el desarrollo
La plasticidad cerebral se define como la capacidad que tiene nuestro cerebro para crear nuevas conexiones entre las neuronas permitiendo que, aunque el número de neuronas permanezca invariable, las conexiones o sinapsis varíen o se incrementen como respuesta a estímulos dados. De una manera más sencilla, se puede decir que nuestro sistema nervioso cambia a partir de su interacción con el entorno.
Durante el periodo de la niñez (1-3 años de edad), se da la mayor plasticidad cerebral en la que se conforma y selecciona el proceso de sinapsis o conexiones entre las células nerviosas, formando una compleja red de enlaces de circuitos eléctricos. Se dice que entre 0 y 2 años la actividad del cerebro duplica la del adulto. Es por eso que se recomienda aprovechar al máximo las capacidades mentales y físicas de los niños entre 1 y 3 años. La intención es que, por medio de actividades y técnicas, el bebé vaya desarrollando la estructura del pensamiento y personalidad.
Durante este mismo rango de edad, es necesario estar atentos a cualquier señal de retardo en el desarrollo y realizar los chequeos pertinentes. La manifestación más evidente de los retardos en el desarrollo psicomotor durante el período temprano consiste en que, al crecer, muchos de estos niños se trasforman en personas de baja estatura en relación con su edad. Sin embargo, éste es solamente un signo exterior, pero existen otros tipos de consecuencias, tales como:
– Retardos cognoscitivos
– Dificultades en el aprendizaje
– Dificultades en lenguaje
– Dificultades en la percepción del mundo
– El rendimiento escolar
– La productividad en la vida adulta
– El control emocional y la adaptación social al medio
Estos factores negativos reducen las oportunidades en la vida futura del niño, puesto que son irreversibles y a menudo se trasmiten de generación en generación, con lo cual el proceso se trasforma en un ciclo vicioso de déficit de crecimiento y desarrollo a largo plazo que tiene un gran impacto en la sociedad.
Según datos del Ministerio de Educación (MINEDU) la atención de niños de 5 años de edad es del 75%; entre 4 y 5 años de edad están incorporados al sistema el 45%; mientras que los niños de 0 a 2 años sólo tienen una cobertura de atención del 2.5% (MINEDU, 2007; INEI/UNICEF, 2011). El Sector Salud, les da atención a los niños de 0 a 3 años con el paquete de atención integral; y la estimulación temprana está dentro del paquete educativo según RMN 292-2006-Minsa (DIRESA, 2005). Sin embargo, no se tiene registro y en la práctica se dan en niños menores de 1 año y sólo cuando presenta un problema en su desarrollo psicomotor.
Los estudios sobre la estimulación temprana surgieron desde hace más de 50 años. Con base en estas investigaciones se han desarrollado programas de estimulación temprana, el cual consiste en un conjunto de ejercicios, juegos y otras actividades que se les brinda a los niños y niñas de manera repetitiva en sus primeros años de vida, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades físicas, emocionales, sociales y de aprendizaje. Entre las cuales están:
MOVIMIENTO:
- La niña o niño inicia su desarrollo con el movimiento
- Desarrolla movimientos grandes como: gatear, ponerse de pie, caminar y correr
- Desarrolla movimientos pequeños como: agarrar los objetos con los dedos, pintar, dibujar, etc.
COORDINACIÓN:
- Desde que la niña o niño nace, ve, oye y percibe las cosas y el medio que lo rodea
- Esta área se relaciona con el desarrollo de los sentidos y el pensamiento
- Desarrolla el pensamiento, la capacidad de razonar, poner atención y seguir instrucciones
LENGUAJE:
- La función principal del lenguaje es la comunicación entre las personas
- La niña o niño desarrolla las primeras formas de lenguaje (agu-agu, gritos, risas)
- Más adelante desarrollará en forma correcta el habla y la escritura
SOCIALIZACIÓN:
- Esta área se relaciona con el desarrollo del afecto y las emociones
- Permitirá que el niño pueda establecer buenas relaciones con sus padres y las demás personas que lo rodean
- Desarrolla la confianza y seguridad en sí mismo y ayuda a formar la personalidad
La estimulación temprana va dirigida a pacientes con factores de riesgo pre, peri y postnatal, pacientes normales desde recién nacidos hasta los 6 años de edad y niños con daño neurológico encefálico.
Diversas investigaciones han confirmado la relevancia que tienen los programas de estimulación temprana en el desarrollo de los niños. En un estudio experimental realizado en el 2011, con el objetivo de determinar la importancia de la Estimulación Temprana en niños y niñas de 0 a 5 años que acuden a la consulta pediátrica en el Hospital General Puyo, se aplicó un modelo de estimulación validado en la institución Vida’s desde hace 7 años; y se encontró que el grupo experimental después de 6 meses de aplicación del programa, tuvo un incremento de 3.728 (4 meses aproximadamente) de adelanto en edad en comparación a su edad cronológica, se incrementó de manera notable el porcentaje en todas las áreas y con mayor predominancia en el área motor grueso.
La efectividad de los programas de estimulación temprana se basa en la interacción estrecha del equipo multidisciplinario en el que se encuentra incluida la familia y la comunidad. Los efectos benéficos de la estimulación temprana en el desarrollo infantil son indiscutibles; una persona que está bien desarrollada física, mental, social y emocionalmente (producto de la estimulación temprana), tendrá mejores habilidades para enfrentar los desafíos y retos de la vida que una persona que no fue estimulada.
Revisores de la información: Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento), Brenda Giselle Alvarez Rodriguez y Perla Karime Olais Vega (Unidad de Investigación en Salud Pública).
Fuentes:
- Artículo: “Efectividad del programa de estimulación temprana en el Desarrollo psicomotor de niños de 0 a 3 años”. Revista “Ciencia y Tecnología”, Escuela de Postgrado – UNT, Vol.9 Nº 4/2013.
- Guía de estimulación temprana para el facilitador. Adra Perú. Agosto 2009.
- Artículo: “La estimulación temprana”. Revista Mexicana de Medicina Física y Rehabilitación. 14 N 2-4/ Abril-Diciembre 2002.