No buscar atención médica inmediata afecta la recuperación total de la Parálisis facial
En México, la parálisis facial ocupa uno de los primeros 10 lugares de atención médica en clínicas de rehabilitación. Información obtenida del Instituto Nacional de Rehabilitación revela un incremento importante en casos de parálisis facial (212 casos en 2004 y 542 en 2006) por lo que existe una gran preocupación por mejorar los resultados. Su incidencia es de 20 a 30 casos por cada 100 mil personas al año. El 80% de los casos de parálisis facial son identificados como idiopáticos (que en ese caso, se desconoce la causa específica,). En el 70% de estos casos su recuperación es relativamente rápida y completa.
Según el National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NIH), la parálisis facial es un síndrome en el cual se complica la función del nervio facial, causando la interrupción de los mensajes que el cerebro le envía a los músculos faciales. En la parálisis facial periférica, se afecta en igual medida toda la musculatura facial (frente, ojos y boca) con evidente deterioro de la mímica tanto superior como inferior de la mitad de la cara.
Cada nervio facial dirige los músculos de un lado de la cara, incluso aquellos que controlan parpadear y cerrar el ojo, así como las expresiones faciales como sonreír y fruncir el ceño. Además, el nervio facial transporta impulsos nerviosos a las glándulas lacrimales, las glándulas salivares y los músculos de un pequeño hueso que se encuentra en medio del oído llamado estribo. El nervio facial también transmite sensaciones del gusto provenientes de la lengua, por lo que, todo lo anterior se vería afectado en este síndrome.
Se han propuesto varias teorías respecto a las causas que la provocan, estas incluyen:
– Diabetes mellitus
– Hipertensión
– Disfunción vascular (daño u obstrucción en los vasos sanguíneos)
– Infección viral
– Trastornos inmunológicos e inflamación.
Un tipo de este síndrome es la parálisis de Bell, la cual es una forma de parálisis facial temporaria que se produce por el daño o trauma a uno de los dos nervios faciales. Cada vez hay más evidencia que señala como principal causante de este tipo de parálisis al virus de la familia herpes (HSV-1 y 2, CMV, EBV y VZV) o meningitis viral. Investigadores señalan que el nervio facial se hincha y se inflama como reacción a la infección. Este trastorno también ha sido asociado con la influenza o resfriados típicos de la temporada de frío, dolores de cabeza, infección crónica del oído medio, alta presión arterial, diabetes, sarcoidosis, tumores, enfermedad de Lyme y traumas tales como fractura de cráneo o lesión facial.
Los síntomas de la parálisis de Bell, que varían entre las personas y oscilan en gravedad, pueden incluir tics, debilidad o parálisis en uno o ambos lados de la cara, caída del párpado y de la comisura de la boca, baboseo, sequedad del ojo o la boca, deterioro del gusto y lagrimeo excesivo de un ojo. Con mayor frecuencia estos síntomas, que generalmente comienzan súbitamente y llegan al máximo en 48 horas, llevan a una distorsión facial significativa.
La atención temprana de la enfermedad es un factor de buen pronóstico. Se realizó un estudio prospectivo, longitudinal, descriptivo y observacional, en el que se incluyó a 251 pacientes con diagnóstico de parálisis de Bell del Instituto Nacional de Rehabilitación en el 2010, con el objetivo de determinar los factores pronósticos en pacientes mexicanos con este síndrome. Se estudiaron características sociodemográficas, presentación estacional, lateralidad, síntomas y opciones terapéuticas para determinar los factores pronósticos para la recuperación.
Los resultados indicaron que el 39% de los pacientes tuvieron recuperación completa y el 41.5% la tuvieron incompleta. El estado civil, género, etiología, síntomas, lateralidad, grado House-Brackman y el tratamiento no representaron factores pronósticos significativos para la recuperación. Sin embargo, la edad mayor a 40 años (OR=2.4, IC 95% 1.3-4.3, p=0.002) y la falta de terapia física (OR=6.4, IC 95% 1.4-29.6, p= 0.006) fueron factores pronósticos significativos para la recuperación incompleta. La proporción de casos con recuperación incompleta es elevada debido a que los pacientes no buscan atención médica inmediata (dentro de las primeras 72 hrs. de iniciados los síntomas).
Es recomendable iniciar el tratamiento médico durante las primeras 72 horas del padecimiento con los medicamentos indicados por el especialista, con corticoides, antiviral y gotas oculares para un mejor pronóstico de recuperación, así como asistir a fisioterapia para el tratamiento del dolor, trabajo y relajación de la musculatura afectada.
Fuentes:
- Artículo: “Parálisis Facial: Un estudio prospectivo, longitudinal, descriptivo y observacional de los factores pronósticos para la recuperación en pacientes mexicanos”. Dra. Sánchez Chapul y sus colaboradores
- Artículo: “Caso clínico: Parálisis de Bell, reporte de un caso”. Rev Esp Cir Oral Maxilofac. 2013; 3 5(4):162–166.
- Diagnóstico y manejo de la parálisis de Bell. (Parálisis facial idiopática). ISBN: 978-607-8270-06-4
- National Institute of Neurological Disorders and Stroke