La salud mental de las mujeres influye en la adherencia adecuada al tratamiento antirretroviral del VIH
El VIH / SIDA es la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva a nivel mundial. En México, alrededor de 230 mil personas (adultos y niños) viven con VIH. Las siglas de VIH significan virus de la inmunodeficiencia humana, éste daña el sistema inmunológico mediante la destrucción de los glóbulos blancos, mismos que se encargan de combatir las infecciones. Es por eso que la persona tiene mayor riesgo de contraer infecciones graves y ciertos tipos de cáncer. El SIDA significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida y es la etapa final de la infección con el VIH. No todas las personas con VIH desarrollan esta etapa del sida.
El virus puede infectar a cualquier persona, se propaga por medio del semen, las secreciones vaginales, la sangre y la leche materna. Una vez contraído el virus, permanece en el cuerpo de por vida. No existe cura para el VIH pero existen tratamientos que ayudan a las personas a mantenerse sanos y vivir durante muchos años. Los síntomas generalmente no se presentan inmediatamente, por lo que es difícil detectar si se tiene el virus. Incluso pueden pasar años para saber si una persona tiene el VIH.
En las primeras 2 a 4 semanas después de contraer el virus se puede presentar fiebre, dolor y malestar. Estos síntomas pueden desaparecer tras unas semanas y quizá no se vuelvan a presentar. Con el tiempo el VIH provoca el SIDA, si se recibe tratamiento oportunamente, el SIDA puede tardar más en desarrollarse. Algunas señales del SIDA son: Aftas, dolor de garganta, infecciones graves por hongos, enfermedad pélvica inflamatoria crónica, infecciones graves recurrentes, cansancio persistente, mareos y aturdimiento, dolores de cabeza, pérdida brusca de peso, formación de hematomas o moretones con frecuencia, diarrea, fiebre, sudores nocturnos, glándulas inflamadas en garganta, axilas o ingle, sensación de falta de aire, sangrado de la boca, nariz, ano o vagina, erupciones de la piel, adormecimiento de las manos o pies, pérdida de fuerza muscular, entre otras.
El tratamiento antirretroviral (TAR) consiste en el uso de medicamentos contra el VIH para tratar la infección. A todas las personas con el VIH se les recomienda el TAR, ya que ayuda a tener una vida más larga y sana y reduce el riesgo de transmisión del virus. Un estudio se encargó de realizar una revisión sistemática y un metanálisis para determinar la eficacia de las intervenciones de adherencia al tratamiento antirretroviral (TAR) centradas en las mujeres.
La adhesión al tratamiento antirretroviral se define como la capacidad de un participante para seguir las instrucciones y pedidos de medicamentos recetados, incluidos el tiempo y la frecuencia. Las medidas de adherencia pueden expresarse como porcentajes, indicando el número de píldoras tomadas dividido por el número de píldoras prescritas para un período determinado, o como una evaluación cualitativa. Esto es importante ya que la adherencia es el comportamiento esencial para alcanzar la supresión de la carga viral del virus, el último paso del tratamiento.
En el metanálisis de 56 estudios observacionales realizados a nivel mundial que informaron la adherencia por género, los autores encontraron que el 62% de las mujeres logró una adherencia, a comparación con el 67% de los hombres. Además, se revelaron factores como la angustia emocional, el estigma y los impactos negativos de las relaciones sociales que se pueden intensificar entre las mujeres que viven con VIH, lo cual puede influir en la adherencia.
Estas barreras adicionales que enfrentan las mujeres, como la salud mental, tienen un mayor impacto negativo que en los hombres. La prevalencia de la depresión entre las mujeres es casi universalmente mayor que en los hombres. Se ha demostrado que los síntomas depresivos cognitivos y la depresión grave afecta significativamente en la adherencia adecuada al tratamiento antirretroviral. En mujeres embarazadas y después del parto que viven con VIH, el ser más jóvenes, tener menores niveles de educación, no revelar su estado a sus parejas o familiares y tener un inadecuado apoyo familiar, se asociaron una menor adherencia.
Con esto se pudo demostrar que las intervenciones de comportamiento innovadoras son necesarias para un mejor enfoque en el tratamiento. Debido a que existen desafíos por los cuales las mujeres pasan y esto influye en la adherencia, son necesarias investigaciones futuras que se concentren en el asesoramiento individual y considerar los contextos culturales, ya que el cumplimiento con un régimen de tratamiento del VIH evita que el virus se multiplique y destruya el sistema inmunitario. El hecho de tomar medicamentos contra el VIH todos los días reduce el riesgo de transmisión del virus.
Revisores de la información: Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- ONUSIDA
- MedlinePlus
- Planned Parenthood Federation of America Inc.
- InfoSIDA – Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
- Artículo: “A Systematic Review and Meta-analysis of Antiretroviral Therapy (ART) Adherence Interventions for Women Living with HIV”. AIDS Behav (2018). https://doi.org/10.1007/s10461-018-2341-9