La tensión laboral es asociada con un mayor riesgo de depresión
El trabajo es benéfico para la salud mental, pero cuando se trata de un entorno laboral negativo, puede causar problemas físicos y psíquicos. Los problemas que comúnmente se presentan son: depresión, ansiedad, acoso, intimidación, etc. Según un estudio dirigido por la OMS, la depresión y la ansiedad tienen repercusiones importantes en la economía mundial, anualmente cuesta US $1 billón en pérdida de productividad.
Diversos factores del entorno laboral pueden afectar la salud mental, por ejemplo: una inadecuada interacción entre el tipo de trabajo, el entorno organizativo y directivo, las aptitudes y competencias del personal y las facilidades que se ofrecen a este para realizar su trabajo. Otros riesgos pueden ser:
- políticas inadecuadas de seguridad y protección de la salud;
- prácticas ineficientes de gestión y comunicación;
- escaso poder de decisión del trabajador o ausencia de control de su área de trabajo;
- bajo nivel de apoyo a los empleados;
- horarios de trabajo rígidos;
- falta de claridad en las áreas u objetivos organizativos;
- carga de trabajo permanentemente elevada, etc.
El mobbing (acoso psicológico e intimidación en el trabajo) es la causa más frecuente de estrés laboral y otros riesgos para la salud de los trabajadores. Estos riesgos tienen consecuencias para las empresas, ya que se concretan en pérdidas de productividad y una alta rotación del personal, además de afectar negativamente a las interacciones familiares y sociales.
La tensión laboral es asociada con un mayor riesgo de síntomas depresivos entre los empleados, según diversas investigaciones. Sin embargo, aún no está claro si los factores psicosociales en el ambiente de trabajo contribuyen al desarrollo de la depresión. Un estudio que se encargó de realizar una revisión sistemática y un metanálisis en donde se incluyeron 14 estudios de cohorte realizados en Dinamarca, Suecia, Finlandia y el Reino Unido, los cuales contenían datos sobre la tensión laboral y registros hospitalarios de tratamiento para la depresión, mostró esta asociación.
Se les cuestionó a los participantes sobre las demandas de su trabajo (por ejemplo, cantidades excesivas de trabajo, demandas en conflicto o tiempo insuficiente) y su nivel de control (como libertad de decisión o aprender cosas nuevas en el trabajo). La depresión se determinó a partir de los registros hospitalarios para el tratamiento, se incluyeron a pacientes con un diagnóstico principal de depresión basado en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD).
Los hallazgos de este estudio demostraron que la tensión laboral se asocia con un mayor riesgo de depresión clínicamente diagnosticada. En esta investigación la asociación entre la tensión laboral y la depresión no difirió por sexo, edad o tratamiento hospitalario (el cual depende de factores como la gravedad de los síntomas, el uso de sustancias y el funcionamiento social y relaciones sociales), los casos incluidos pueden diferir de otros casos de depresión clínica en la población general.
Las organizaciones pueden llevar a cabo la promoción de la salud mental en el lugar de trabajo y el apoyo a las personas que sufren trastornos psiquiátricos, esto puede hacer más probable la reducción del absentismo laboral, el aumento de la productividad y la obtención de beneficios económicos que conllevan estos efectos.
Revisores de la información: Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento) y Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública).
Fuentes:
- Artículo: “Job strain as a risk factor for clinical depression: systematic review and meta-analysis with additional individual participant data”. Psychol Med. 2017 Jun; 47(8): 1342–1356.
- Organización Mundial de la Salud