ENT y trastornos mentales, entre las enfermedades más frecuentes que afectan a los migrantes
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define a un migrante como cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia, independientemente de su situación jurídica, el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento, y las causas o duración de la estancia.
En 2017, el número de migrantes internacionales (personas que residen en un país distinto al de su país de nacimiento) alcanzó los 258 millones en todo el mundo, de los cuales un 48% eran mujeres. Cerca de 36 millones son niños migrantes; 4,4 millones estudiantes internacionales; y 150,3 millones trabajadores migrantes.
Los refugiados y migrantes pueden presentar problemas de salud similares a los del resto de la población, pero se ha registrado una mayor prevalencia en algunos grupos. Los problemas de salud más frecuentes son: lesiones accidentales, la hipotermia, las quemaduras, los accidentes cardiovasculares, complicaciones del embarazo y el parto, diabetes e hipertensión.
Los riesgos derivados de los desplazamientos, tales como los trastornos psicosociales, problemas de salud reproductiva, mayor mortalidad neonatal, uso indebido de drogas, trastornos nutricionales, alcoholismo y exposición a la violencia, aumenta la vulnerabilidad a las enfermedades no transmisibles. Además, las barreras lingüísticas y legislativas existentes pueden retrasar la atención de salud y que no haya un tratamiento para evitar el desarrollo de las enfermedades.
Los trastornos mentales también pueden representar un elevado porcentaje entre los grupos migrantes, sobre todo en los niños. Estos trastornos, como la depresión o síndrome de estrés postraumático, se desarrollan a causa del desplazamiento, como conflictos y opresión, procesos migratorios que incluyen violencia física y psicológica; así como entornos de destino donde puede prevalecer el racismo, la marginación y el estigma.
A raíz de esto, la comunidad internacional ha mejorado las acciones contra estas problemáticas. Las estrategias y prioridades de salud de los migrantes han pasado de un enfoque de control de enfermedades a un enfoque centrado en las personas. Esto es, fortalecer el sistema de salud basado en los derechos humanos, y basado en la equidad a través de un enfoque multisectorial.
La Organización Mundial de la Salud concibió las primeras medidas pragmáticas para enfermedades específicas como la tuberculosis, la malaria e infección por el virus del Ébola a través de la revisión e implementación del Reglamento Sanitario Internacional 2005. Por primera vez en la historia, la nueva agenda establece un objetivo explícito para los migrantes, el cual declara construir un marco para identificar prioridades en la gestión de la salud de los migrantes, dicho marco se centró en garantizar una atención adecuada a las cuestiones de salud y en la redacción de un plan de acción sobre la salud de los migrantes.
Este documento destaca cuatro tipos de barreras en el acceso: físico, financiero, información y discriminación, las cuales tienen un gran impacto entre los migrantes, particularmente aquellos que experimentan pobreza y exclusión social. Por lo tanto, un sistema adecuado debe proporcionar servicios gratuitos, con disponibilidad de interpretación y materiales escritos adecuados al idioma. Para reducir la discriminación, los trabajadores de la salud deben estar capacitados para ser sensibles a la cultura y estar bien informados para saber cómo plantear un tema según el beneficiario.
Las personas más vulnerables, como los migrantes, merecen ser priorizadas y recibir los mejores servicios de prevención y atención posibles. Es preferible para un país acoger individuos y ciudadanos sanos, en lugar de enfermos, sea cual sea su país de origen y lugar de nacimiento, es un aspecto fundamental y en beneficio de toda la sociedad.
Revisores de la información: Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- Artículo: “Migrants’ health: Building migrant-sensitive health systems”. J Public Health Res. 2019 Mar 11; 8(1): 1592. doi: 10.4081/jphr.2019.1592
- Organización de las Naciones Unidas.
- Organización Mundial de la Salud.