Genética y salud pública, un área que explotar
Existe la creencia de que las causas de las enfermedades se pueden dividir en dos: genéticos y ambientales. Cuando se trata de heredabilidad de la enfermedad, hay una alteración cromosómica o genética. No significa que heredó el problema de sus padres, por ejemplo, Puede haber ocurrido una nueva mutación o una alteración cromosómica en un gen del óvulo o espermatozoide de uno de sus progenitores.
Se ha mencionado frecuentemente que la genética es uno de los factores de riesgo de una gran cantidad de enfermedades, pero saber que tiene un alto riesgo de padecer una enfermedad no es necesariamente útil, a menos que haya formas conocidas, probadas y aceptables de mitigar ese riesgo. Una persona puede tener mayor riesgo genético que otra o ser susceptible a diferentes factores de riesgo. En un artículo se hace énfasis a un ejemplo: en las últimas décadas se ha observado un aumento de la incidencia y una edad más temprana en el diagnóstico de diabetes tipo 1 en personas con genotipos de HLA clase II de menor riesgo, pero no en aquellos con el genotipo de mayor riesgo para quienes la incidencia y la edad en el diagnóstico ha sido constante.
Por ellos es importante considerar las interacciones gen – gen y gen – ambiente, ya que estos dos escenarios tienen implicaciones diferentes. Investigadores concluyen que los estudios epidemiológicos deben realizarse en personas con alto o mayor riesgo genético, ya que puede jugar un papel importante en la prevención de precisión y medicina personalizada.
La genética proporciona una fuente de información muy importante que epidemiólogos y otros especialistas pueden utilizar para mejorar la salud de la población. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) formaron la Oficina de Genómica de Salud Pública (OPHG), con el propósito de proporcionar información oportuna y creíble para la traducción efectiva y responsable de los descubrimientos basados en el genoma a la salud pública y la atención médica.
Existen muchos desafíos en el campo de la genética y la salud pública, pero los asesores genéticos se han esforzado por liderar ambos campos. A pesar de que la genética puede parecer un campo opuesto a la salud pública, estos especialistas se han centrado en el genoma (a menudo individual) y también en comprender e influir en la psicología de la población en general. Esta área está estrechamente ligada a la ciencia genética y a la recopilación de datos, utilizando enfoques psicosociales y estrategias de salud comunitaria.
Los involucrados en ésta área (genética/genómica de salud pública) tienen que estar innovando constantemente, utilizar la persuasión y educación, y perfeccionar su experiencia científica así como sus habilidades políticas para avanzar y cerrar las brechas entre dos aparentemente mundos diferentes.
La genética de salud pública brinda oportunidades potenciales para modelos de prestación de servicios alternativos (por ejemplo, videoconferencia, telemedicina), campañas de mensajes públicos (factores de riesgo genéticos y decisiones de salud como fumar, componentes genéticos de enfermedades complejas y comunes) y detección poblacional, para que no necesariamente se tenga que hacer una cita con un especialista en genética.
Comprender la intersección de la información genética con las creencias y comportamientos de salud y su efecto posterior sobre los esfuerzos de reducción de riesgos, es cada vez más importante para los asesores genéticos que trabajan con individuos y poblaciones que lidian con estas condiciones comunes.
Revisores de la información: Brenda Giselle Alvarez Rodriguez (Unidad de Investigación en Salud Pública) y Cassandra Saldaña Pineda (Unidad de Administración del Conocimiento).
Fuentes:
- Artículo: “Genetics for population and public health”. Int J Epidemiol. 2017 Feb; 46(1): 8–11.
- Artículo: “Introduction to the Special Issue: Public Health Genetics and Genomics”. Journal of Genetic Counseling. June 2015, Volume 24, Issue 3, pp 375–380