Escuelas: El principio del fin de la malnutrición
Promover la nutrición a través de las escuelas puede generar beneficios que van más allá de las aulas
En la actualidad casi 800 millones de personas padecen hambre crónica, lo que significa que regularmente son incapaces de consumir el nivel mínimo de energía alimentaria necesaria para mantener un estilo de vida activo.
La desnutrición es más que el hambre calórica y delgadez; incluye deficiencias de micronutrientes, sobrepeso y obesidad. Así mismo, las dietas deficientes están relacionadas con una serie de problemas de salud y pueden perpetuar la pobreza y obstaculizar el desarrollo económico.
Las escuelas son un lugar ideal para enseñar habilidades básicas en alimentación, nutrición y salud. En particular las escuelas primarias, son vehículos adecuados para la educación nutricional, en donde, las lecciones de estos temas pueden ser sencillas, interesantes, coloridas y fáciles de aprender mediante demostraciones, ilustraciones, ejemplos y práctica, métodos naturales para la educación primaria.